miércoles, 9 de junio de 2010

LA TERNURA COMO MUESTRA DE AMOR


LA TERNURA
PARA ENCONTRAR EL AMOR Y LA PAZ


Sentimos ternura hacia los diversos seres con los cuales nos sentimos tan unidos, que somos poco menos que capaces de ponernos en su lugar y experimentar en nuestro propio "yo" su estado interior.

En las relaciones entre personas aparecen a la vez una imposibilidad y una necesidad de comprensión de los estados interiores mutuos, de su alma, con la posibilidad y la necesidad de manifestarlas. Ternura es una sensibilidad para con los estados del alma del otro.

La ternura es una actitud afectiva interior y no se limita a las manifestaciones externas, que pueden ser puramente convencionales. Por el contrario, siempre es individual, interior e íntima, rehuye las miradas, por
lo menos hasta cierto punto, es púdica.
No puede manifestarse libremente más que respecto de aquellos que la comprenden y sienten.

Todos aquellos que tienen una necesidad particular de ternura -los débiles, los enfermos, los que padecen física o moralmente- tienen derecho a ella.
Los niños, para quienes la ternura es un medio natural de manifestar el amor (no sólo para ellos, por otra parte) tienen un derecho particular al cariño.
Por consiguiente, es necesario aplicar a estas manifestaciones, sobre todo exteriores, una medida única, la del amor de la persona.

La ternura es el arte de "sentir" a la persona, al ser humano en su totalidad.
La ternura crea una atmósfera interior de armonía y comprensión mutua.